Tecnología de análisis para los contenedores de residuos

La pyme finlandesa Enevo está conquistando el mercado europeo con una tecnología capaz de reducir el coste y el impacto medioambiental de la recolección de residuos. Su propuesta se ha recibido con los brazos abiertos y podría lograr que las ciudades fueran más limpias y saludables.

Alguien en su empresa u organismo, con independencia de cuál sea su actividad, probablemente se esté enfrentando a un problema de residuos. Para esa persona, reducir los costes y garantizar una tasa de reciclaje óptima es y será un problema. Y esto sin tener en cuenta la situación al completo que supone obstruir las calles con flotas de camiones enviadas para recoger residuos en contenedores a menudo medio vacíos.

En este contexto es una empresa como Enevo la que lleva todas las de ganar. En 2016, esta empresa finlandesa recibió fondos en el marco de la fase 2 del Instrumento PYME de Horizonte 2020 para preparar el terreno de cara a la expansión de sus servicios en toda Europa tras haber conquistado el mercado estadounidense.

¿La razón de este entusiasmo? Una tecnología nueva capaz de analizar residuos en contenedores y optimizar la hora de recogida en consecuencia. El coordinador del proyecto, Mika Uusitalo, ofrece más información al respecto.

¿Qué tipo de servicios concretos propone su empresa?

Mika Uusitalo: Ofrecemos dos productos. El primero es un análisis de residuos: ofrecemos una tecnología a los clientes dedicados a la industria de los residuos y el reciclaje que les ayuda a supervisar y analizar los flujos de residuos y optimizar los trabajos de recogida. De este modo, se reducen los costes y se mejora la tasa de reciclaje, así como la calidad del servicio.

El segundo proceso consiste en un servicio de residuos completo. Ofrecemos gestión de residuos como un servicio integral que también se basa en la tecnología descrita.

¿Cómo puede esta tecnología contribuir a reducir los costes y al mismo tiempo ofrecer beneficios medioambientales?

Una parte considerable de la recolección de residuos guarda relación con el transporte. Enevo ayuda a las empresas a recoger la misma cantidad de residuos o de sustancias reciclables con un camión de menor capacidad. Esto implica conducir menos tiempo para recoger la misma cantidad de residuos, lo cual reduce los costes, las emisiones, el ruido y los atascos provocados por los camiones.

Enevo también ofrece a sus clientes un análisis de la acumulación de residuos en distintos flujos en tiempo real. Este análisis ayuda a evaluar y poner en práctica nuevas actividades de reciclaje capaces de aumentar la tasa de material reciclado.


¿Puede indicar ejemplos concretos de clientes que han podido disfrutar ya de estos beneficios?

Por ejemplo, la ciudad de Espoo (Finlandia) empezó a utilizar el servicio de análisis de residuos de Enevo y logró sustituir la recogida programada de residuos por un modelo dinámico en el que los residuos se recogen solo cuando es necesario. Decrecieron los costes de gestión de residuos y pasaron además a gestionar por sí mismos la recogida con menos recursos.

Otro ejemplo es el grupo McDonalds, que contrató a Enevo para dar servicio a sus restaurantes en Nottingham (el Reino Unido). Cedieron la gestión de sus residuos a Enevo y redujeron sus costes en un 12 % y aumentaron su tasa de reciclaje en un 50 %.

¿Cuál es su mercado hoy en día?

Estamos activos principalmente en Europa y los Estados Unidos, pero también hemos puesto un pie en los mercados japonés y australiano. Nuestro mayor mercado es los Estados Unidos y nuestro objetivo principal es seguir creciendo tanto allí como en Europa.

¿Por qué decidieron solicitar financiación de la Unión Europea?

Observamos que existe una gran complementariedad entre el trabajo de Enevo y los objetivos del programa Horizonte 2020. Esto también se aplica a otras iniciativas de la Unión Europea (UE) como el paquete de la economía circular.

¿Cuáles fueron los retos principales a los que se enfrentaron a la hora de introducirse como empresa en el mercado Europeo y cómo los superaron?

Los países europeos difieren mucho entre sí. Cuando nuestra oferta ya estaba lista para un mercado, no lo estaba para otro por distintas razones como, por ejemplo, detalles técnicos, culturales o comerciales relativos a esta industria. Así que aprendimos a adaptarnos a cada mercado y transformamos nuestro modelo de comercialización para asumir un método más local con la ayuda de socios de redistribución comerciales regionales.

Otro gran reto fue aprender a colaborar con clientes del sector público. Este tipo de clientes puede ser muy lento a la hora de adaptarse a las nuevas tecnologías y cambiar el modo en el que operan. Normalmente hay que atravesar un largo proceso de licitación antes de que ningún proveedor pueda ofrecer su tecnología comercial. Éramos conscientes de ello, pero el proceso es incluso más lento de los que nos habíamos imaginado por lo que debimos ajustar nuestros planes de penetración comercial.

¿Cuáles son los resultados más importantes del proyecto SmartWASTE hasta ahora?

Hemos aprendido mucho de muchos mercados nuevos en la UE y obtuvimos información valiosa con la que desarrollar nuestras propuestas y abordar las necesidades de cada uno de estos mercados. También hemos sellado varias asociaciones valiosas con redistribuidores locales durante el proyecto SmartWASTE.

¿Cuáles son sus planes para después del proyecto?

Seguiremos trabajando en los planes de comercialización de nuestra tecnología en Europa y desarrollando formas nuevas de colaborar con nuestros clientes públicos y privados a fin de ofrecer los beneficios de la tecnología de la manera ideal para cada mercado.

publicado: 2019-05-23
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