Se prevé que para 2050 África Occidental, región con una de las poblaciones que más rápido crecen del mundo, cuente con cerca de 800 millones de habitantes, más del doble de su población actual. El hecho de que la población se haya disparado en la región está aumentando la industrialización y la urbanización, con el consecuente incremento de la contaminación atmosférica y sus efectos sobre la salud de las personas y el medio ambiente en general.
Sin embargo, todavía no se poseen demasiados datos sobre cómo afectará a la región de África Occidental el rápido incremento previsto de las emisiones generadas por el ser humano. El proyecto DACCIWA, financiado con fondos europeos, reconoció la urgencia de dar a conocer mejor el problema y desarrollar estrategias que combatan los riesgos medioambientales. Sus responsables trabajaron en el desarrollo de una valoración científica exhaustiva de cómo afecta la contaminación en África Occidental a la salud de la población, al medio ambiente y al clima. El equipo de DACCIWA publicó a finales de 2018 un
informe final con los hallazgos más relevantes desde el punto de vista político.
El problema de la contaminación atmosférica
Según los investigadores, las concentraciones de partículas pequeñas en las ciudades meridionales de África Occidental a menudo superan los límites fijados por la Organización Mundial de la Salud. Los culpables posiblemente sean la combustión de desechos en los vertederos, los vehículos y los fogones de cocina de los hogares, que presentan graves riesgos para la salud de las personas y agravan afecciones médicas comunes. Estas concentraciones son incluso más elevadas en la temporada seca a causa del polvo que arrastra el aire desde el desierto del Sáhara y del humo generado por la quema de tierras agrícolas.
«Las implicaciones de nuestros hallazgos son irrefutables y merece la pena identificar o aplicar unas políticas y estructuras eficientes y fiables que contribuyan a mitigar estos efectos negativos», afirma Leonard Amekudzi de la Universidad Kwame Nkrumah de Ciencia y Tecnología (Ghana) en un
artículo publicado en «SciDev.Net».
El problema provocado por las emisiones locales se ve agravado por el humo de los incendios en África Central, que recorre miles de kilómetros hacia la costa de África Occidental durante la estación estival de los monzones. Estas partículas en suspensión alteran la composición atmosférica y provocan que llegue menos luz solar al suelo. «Esto influye en la circulación del aire, la formación de nubes y las probabilidades de precipitaciones», explica el profesor Peter Knippertz, coordinador del proyecto, del Instituto de Tecnología de Karlsruhe, en un
comunicado de prensa publicado en «EurekAlert!». «A largo plazo, esto podría afectar al suministro de alimentos, agua y electricidad».
Para extraer sus conclusiones, el equipo de investigación llevó a cabo abundantes mediciones de la contaminación atmosférica en África Occidental en junio y julio de 2016 con globos sonda y aeronaves de investigación. También se midió la contaminación urbana en cuatro emplazamientos desde 2015 a 2017.
Medidas necesarias
En su informe, los investigadores de DACCIWA (Dynamics-aerosol-chemistry-cloud interactions in West Africa) ofrecen varias recomendaciones sobre cómo afrontar el problema de la contaminación atmosférica en África Occidental. Destacan que es necesario mejorar la calidad del aire, reducir las emisiones de la quema doméstica y colaborar con los países de África Central para disminuir las considerables emisiones por incendios que registran. Asimismo, sugieren formas de mejorar las observaciones e inventarios de emisiones y destacan la importancia de respaldar actividades de investigación adicionales.
Para más información, consulte:
Sitio web del proyecto DACCIWA