Unos científicos han desarrollado un método para trazar un mapa del avance de los glaciares durante períodos fríos y de su deshielo durante períodos más cálidos. Estos datos pueden usarse para predecir los aumentos del nivel del mar.
Una amenaza importante que puede surgir como consecuencia del caliento global es el incremento del riesgo de inundaciones costeras debido al aumento del nivel del mar a causa del derretimiento de los glaciares. Por lo tanto, es esencial contar con evaluaciones fiables de la variabilidad del nivel del mar para crear unas estrategias de adaptación eficaces.
Con el apoyo parcial de dos proyectos financiados con fondos europeos, TiPES y ICE2ICE, un equipo de investigadores analizó el registro de polvo de los testigos de hielo de Groenlandia oriental para arrojar luz sobre el cambio climático y las condiciones atmosféricas. Sus hallazgos se publicaron en la revista «Nature Communications».
Un testigo de hielo es una muestra cilíndrica de hielo obtenida mediante la perforación de un glaciar. El análisis de sus propiedades físicas y químicas puede desvelar las variaciones del clima hasta cientos de miles de años atrás. En una nota de prensa del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague se explica: «El hielo se compone de capas anuales, como los anillos de crecimiento de los árboles, por lo que la distribución de las partículas de polvo grandes y pequeñas puede vincularse al avance y el derretimiento del hielo».
Según el doctor Marius Folden Simonsen, autor principal del estudio, a pesar de que se ha explicado en profundidad y en términos científicos el retroceso de la capa de hielo al final de la glaciación, es difícil obtener datos sobre el período anterior a la Edad de Hielo. «El hielo es una fuerza de la naturaleza extremadamente fuerte que tritura todo a su paso. No obstante, con el método nuevo, tenemos datos sobre el progreso del hielo. De repente, en una forma que nunca antes tuvimos, disponemos de un vínculo a información sobre la rapidez con la cual entramos en un período de glaciación», dice el doctor Simonsen.
Como se señala en la misma nota de prensa, los hallazgos del método nuevo pueden utilizarse «para comparar la respuesta de las masas de hielo ante los cambios en el contenido atmosférico de los gases de efecto invernadero, como el CO2». Los resultados son importantes para los modelos climáticos usados para predecir la subida del nivel del mar «porque los modelos se han de probar mediante su comparación con la realidad», destaca el doctor Simonsen, y añade: «Es más, en el método nuevo hemos adquirido un punto de anclaje en un período sobre el cual había escaso conocimiento científico». El equipo de investigación espera usar el método nuevo en otros lugares para recopilar más datos sobre los cambios anteriores en los glaciares, con nuevos sitios de perforación planificados en el noreste de Groenlandia y Canadá.
El proyecto en curso TiPES (Tipping Points in the Earth System) se creó para aclarar y explicar las dinámicas y los umbrales de los puntos de inflexión del cambio climático, más allá de los cuales pueden ocurrir cambios rápidos sin fuerzas añadidas. En la ficha informativa del proyecto TiPES se explica lo siguiente: «El proyecto identificará los subsistemas que podrán mostrar transiciones abruptas, y las conexiones entre ellos, al centrarse en los registros paleoclimáticos y los cambios bruscos en estos». Y se añade: «Desarrollaremos métodos innovadores para detectar señales de alerta temprana de puntos de inflexión venideros y para formular predicciones hábiles sobre sus bases».
El proyecto ICE2ICE (Arctic Sea Ice and Greenland Ice Sheet Sensitivity) finalizó en julio de 2019 y se centró en «la causa y las implicaciones futuras de los cambios climáticos abruptos del pasado en Groenlandia, con la hipótesis principal de que la capa de hielo marino del Ártico y el subártico es fundamental para entender las variaciones respecto a la temperatura y las capas de hielo en Groenlandia», como se señala en CORDIS.
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