Un grupo de astrofísicos respaldados por la Unión Europea ha encontrado en una galaxia cercana un agujero negro inactivo, cuya masa es nueves veces la masa de nuestro Sol.
Un equipo de investigación internacional ha descubierto un agujero negro inactivo de masa estelar en una galaxia vecina, denominada «Gran Nube de Magallanes». Se trata de la primera vez que se identifica fuera de nuestra galaxia este tipo de agujeros negros, formados por el colapso gravitacional de una estrella.
La investigación se llevó a cabo con el apoyo de los proyectos MULTIPLES, PROGENITOR y TEL-STARS, financiados con fondos europeos. El hallazgo se describe en el estudio publicado en la revista «Nature Astronomy».
«Identificamos una “aguja en un pajar”», destaca el doctor Tomer Shenar, primer autor del estudio, en una noticia publicada en «SciTechDaily». El astrofísico inició la investigación en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), entidad anfitriona del proyecto MULTIPLES, y ahora es beneficiario de una beca de investigación individual Marie Skłodowska-Curie en la Universidad de Ámsterdam (los Países Bajos), entidad coordinadora del proyecto PROGENITOR.
Recientemente, los científicos han descubierto que las estrellas masivas rara vez existen solas, sino que se presentan en pares, como parte de un sistema binario. Sin embargo, cuando dichas estrellas de masa elevada colapsan por su propia gravedad al final de su vida, generan agujeros negros de masa estelar. En un sistema binario, eso crea un agujero negro en órbita con una estrella compañera brillante.
Dado que los agujeros negros inactivos no emiten niveles elevados de radiación de rayos X, resultan muy difíciles de detectar. «Es increíble que apenas tengamos constancia de agujeros negros inactivos, teniendo en cuenta lo comunes que los astrónomos creen que son», comenta en la noticia el doctor Pablo Marchant, coautor de la Universidad Católica de Lovaina.
Ahora, tras seis años de observaciones con el Telescopio Muy Grande del Observatorio Europeo Austral, el equipo ha logrado identificar un sistema binario en nuestra galaxia vecina. El sistema binario, denominado «VFTS 243», está formado por un agujero negro inactivo con una masa de, al menos, 9 veces la del Sol y orbita alrededor de una estrella azul brillante con una masa 25 veces la del Sol.Los astrofísicos también descubrieron que la estrella a partir de la cual surgió el agujero negro colapsó totalmente, sin dejar rastro de una explosión masiva. «Las pruebas de este escenario de “colapso directo” han aparecido recientemente, pero nuestro estudio posiblemente ofrece una de las indicaciones más directas», afirma Shenar. «Eso tiene repercusiones enormes en cuanto al origen de las fusiones de agujeros negros en el cosmos».
A fin de encontrar al sistema VFTS 243, los investigadores estudiaron cerca de 1 000 estrellas masivas dentro de la región Nebulosa de la Tarántula en la Gran Nube de Magallanes. «Al ser un investigador que ha desestimado posibles agujeros negros en los últimos años, era muy escéptico en cuanto a este descubrimiento», afirma Shenar. Y no fue el único. El doctor Kareem El-Badry, coautor del estudio del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian en los Estados Unidos, compartió su escepticismo. «Cuando Tomer me pidió que volviera a comprobar sus hallazgos, dudaba. Sin embargo, no pude encontrar una explicación plausible para los datos que no implicara la existencia de un agujero negro», explica El-Badry.
El equipo espera que el trabajo respaldado por los proyectos MULTIPLES (The MULTIPLicity of supErnova progenitorS), PROGENITOR (PRObes of Gravitational-wave progENITORs) y TEL-STARS (Turbulent and Explosive Lives of Massive Stars) allanará el camino para descubrir otros sistemas binarios en la Vía Láctea y la Nube de Magallanes. «Naturalmente, espero que otras personas del ámbito examinen minuciosamente nuestro análisis e intenten crear modelos alternativos», concluye El-Badry. «Es un proyecto muy emocionante en el cual participar».
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