TENDENCIAS CIENTÍFICAS: ¿Por qué no puede ver las cosas como las veo yo?

El encéfalo es la razón por la que otras personas no ven el mundo de la misma manera que nosotros.

Estamos convencidos de que la forma en que vemos a los demás, las situaciones e incluso la política es correcta, y creemos que la forma en que los demás los ven es incorrecta. ¿A qué se debe esto?

Tras analizar más de cuatrocientos estudios, Matthew Lieberman, catedrático de Psicología de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), afirma que todo está en el encéfalo. En concreto, en la corteza gestáltica, una región que se encuentra detrás de la oreja y que ayuda a las personas a procesar e interpretar rápidamente la información ambigua o incompleta y a ignorar las interpretaciones alternativas. Su investigación está lista para ser publicada en la revista «Psychological Review».

La ciencia no ha logrado explicar completamente los mecanismos encefálicos que rigen la manera en la que las personas comprenden el mundo. Lo que se sabe es que varios actos mentales ocurren en la corteza gestáltica. Por ejemplo, percibimos a una persona sonriente como feliz sin pensarlo demasiado.«Tendemos a confiar de manera irracional en nuestras propias experiencias del mundo y a considerar a los demás desinformados, perezosos, irracionales o prejuiciosos cuando no ven el mundo como nosotros», explicó Lieberman en una nota de prensa de la UCLA. «Las pruebas a partir de los datos neuronales dejan claro que la corteza gestáltica es fundamental para la forma en que construimos nuestra versión de la realidad».

Por lo general, consideramos por error nuestra comprensión del mundo que nos rodea como un reflejo objetivo de la realidad, en lugar de simplemente como nuestra propia interpretación. Las demás perspectivas son irracionales. Según la investigación, este fenómeno se llama «realismo ingenuo», quizás «la fuente de conflicto y desconfianza más subestimada entre individuos y grupos».

Lieberman añadió: «Cuando otros ven el mundo de manera diferente a nosotros, puede considerarse como una amenaza existencial para nuestro propio contacto con la realidad y, a menudo, genera enojo y sospechas sobre los demás. Si sabemos cómo ve el mundo una persona, sus reacciones posteriores son mucho más predecibles».Una deducción como la de una persona sonriente es instantánea y automática, y, por lo general, al realizarla, uno siente como si viera la realidad, a pesar de que la felicidad es un estado psicológico interno. «Creemos que simplemente hemos sido testigos de las cosas tal como son, lo que hace que sea más difícil apreciar, o incluso considerar, otras perspectivas», expuso el profesor Lieberman. «La mente exacerba su mejor respuesta y descarta las soluciones rivales. Al principio, la mente procesa el mundo como una democracia donde cada interpretación alternativa obtiene un voto, pero rápidamente termina como un régimen autoritario donde una interpretación gobierna con mano de hierro y la disidencia es destruida. Al seleccionar una interpretación, la corteza gestáltica literalmente inhibe las otras».

«Nuestra capacidad de experimentar inmediatamente un mundo coherente es el pilar fundamental inesperado de una vida significativa», se afirma en la investigación. «El mundo que nos rodea casi siempre es inmediatamente sensible de una manera que se siente automática y pocas veces se tiene en cuenta, pero aun así transmite casi todos nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos».

Vemos el mundo a través de nuestra propia lente. Tal vez podríamos tomar prestadas las gafas de otra persona de vez en cuando.


publicado: 2022-09-22
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