TENDENCIAS CIENTÍFICAS: El emoticono cumple cuarenta años

Hace 40 años, a las 11.44 a. m. del 19 de septiembre, Scott Fahlman, un catedrático de Informática de la Universidad Carnegie Mellon (los Estados Unidos), hizo historia en internet pulsando unas pocas teclas. No sabía que teclear dos puntos, un guion y un paréntesis de cierre cambiaría nuestra forma de comunicarnos.Para evitar que la gente se enzarzara en peleas en la red, el profesor Fahlman buscó una forma de transmitir emociones, especialmente el sarcasmo, en el tablón de anuncios electrónico de acceso cerrado de la universidad (como los foros de internet de hoy en día). Su publicación decía: «Propongo la siguiente secuencia de caracteres para señalar las bromas: :-) Léanlo de lado. En realidad, es probable que sea más rentable marcar cosas que NO sean bromas, dadas las tendencias actuales. Para ello, usen :-(».

«Alguien decía algo que pretendía ser sarcástico. Entre todos los receptores, una persona no entendía el chiste y respondía con ira, hostilidad, y muy pronto la discusión inicial se disipaba y todos discutían con todos», declaró a «CNN Business». «Cuando participas en un medio de internet de solo texto, la gente no puede saber si estás bromeando o no. No hay lenguaje corporal, ni expresiones faciales».

Los emoticonos evolucionaron hasta convertirse en emojis, pero primero apareció la tipografía Wingdings de Microsoft en los años noventa del siglo pasado. Los primeros emojis fueron creados por el artista japonés Shigetaka Kurita y se publicaron en Japón en 1999. El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) alberga los 176 emojis originales.Los emojis siguen siendo populares porque nos encantan los estímulos visuales y suplen de una forma admirable el lenguaje corporal. Según Unicode, la norma mundial de codificación, existen más de 3 600 emojis que utiliza el 92 % de la población mundial en línea. El emoji de la cara con lágrimas de alegría sigue siendo el más popular. ¿Sabía que este icónico emoji fue nombrado Palabra del Año por el Diccionario Oxford en 2015? Por primera vez en la historia, la Palabra del Año era de hecho un pictograma.

«Ofrecen cosas que las palabras no dicen. Aclaran qué queremos transmitir cuando decimos “vale” —explicó Jennifer Daniel, directora del Subcomité de Emoji del Consorcio Unicode que gestiona las normas de los emojis—. Las cosas que hacemos de forma natural cara a cara, como nuestro lenguaje corporal, nuestra entonación, nuestro volumen, o el contacto visual».

«Lo que se está viendo de forma generalizada en cuanto a los emojis más populares es que los más utilizados tienen que ver con la diversión, el humor o el afecto», añadió Keith Broni, redactor jefe de la «Emojipedia».

Fahlman echa la vista atrás para recordar su creación y la fascinación que persiste. «Me he reconciliado con el hecho de que, sean cuales sean mis logros en materia de inteligencia artificial, esta va a ser la primera frase de mi obituario. Aunque es divertido ser un poco famoso por algo».

Sorprendentemente, el padre de los emoticonos dijo hace años a «HuffPost» que no le gustaban los emojis: «Creo que son feos y acaban con el reto de tratar de idear una forma inteligente de expresar las emociones utilizando los caracteres estándar del teclado. Pero tal vez sea porque yo inventé el otro tipo».