El aprendizaje automático detecta señales de radio prometedoras en la búsqueda de vida más allá de nuestro sistema solar.
¿Quién está ahí fuera? Los científicos implicados en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés) llevan desde los años sesenta del siglo pasado buscando pruebas sobre la existencia de seres inteligentes.
Ahora están recibiendo una valiosa ayuda. La inteligencia artificial (IA) ha detectado ocho señales de interés no identificadas anteriormente a partir de datos recopilados en un observatorio de Estados Unidos. La búsqueda forma parte de la iniciativa Breakthrough Listen, el mayor programa de investigación científica destinado a descubrir pruebas de la existencia de civilizaciones alienígenas.Detectar estas nuevas señales procedentes del espacio requirió un gran esfuerzo liderado por investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) y el Instituto SETI, una organización de investigación sin ánimo de lucro situada en Silicon Valley (California) y encargada de buscar y comprender la vida más allá de la Tierra. Observaron 820 estrellas cercanas y analizaron 150 terabytes de datos para identificar unos 3 millones de señales de interés. A continuación, el equipo examinó 20 515 señales para dar con estas 8 señales generadas tecnológicamente, o tecnomarcadores. En 2017, se analizaron los datos con métodos tradicionales, pero no se encontraron señales interesantes. Los resultados se publicaron en la revista «Nature Astronomy».
La mayoría de las señales detectadas por los telescopios proceden de teléfonos móviles, satélites GPS y estaciones de televisión. Entonces, ¿cómo se distinguen las señales de radio en el espacio de las interferencias generadas por los humanos en la Tierra? Los investigadores entrenaron a la IA para que no confundiera ambas cosas.
«En la actualidad, estamos ampliando esta iniciativa de búsqueda a un millón de estrellas y más con el telescopio MeerKAT», explicó el autor principal, Peter Ma, en un comunicado de prensa del Instituto SETI. «En el marco de nuestro gran esfuerzo por responder a la pregunta “¿estamos solos en el universo?”, creemos que este tipo de trabajos ayudarán a acelerar el ritmo al que somos capaces de hacer descubrimientos».El segundo autor, la doctora Cherry Ng, también de la Universidad de Toronto y astrónoma del Instituto SETI, añadió: «Estos resultados ilustran de forma espectacular el poder de aplicar métodos modernos de aprendizaje automático y visión mediante ordenador a los retos que plantean los datos en la astronomía, lo cual se plasma tanto en nuevas detecciones como en un mayor rendimiento». La aplicación de estas técnicas a gran escala supondrá una transformación para la ciencia de los radiotecnomarcadores tecnológicos».
Un aspecto interesante de todo esto es que el proyecto estuvo a punto de no llevarse a cabo. Todo empezó como un proyecto de bachillerato de Ma que no fue bien recibido por sus profesores.
«Con la ayuda de la inteligencia artificial, soy optimista y creo que podremos cuantificar mejor la probabilidad de presencia de señales extraterrestres de otras civilizaciones», comentó Ng en un comunicado de prensa de la Universidad de Toronto. «Gracias a nuestra nueva técnica, combinada con la próxima generación de telescopios, esperamos que el aprendizaje automático pueda permitirnos pasar de la búsqueda de cientos de estrellas a la búsqueda de millones».
«Creo, y espero, que en algún lugar hay seres inteligentes esperando a ser descubiertos», escribió Michael Garrett, director del Centro de Astrofísica Jodrell Bank de la Universidad de Mánchester, en «The Conversation». «La revolución de la IA podría ser el ingrediente que falta y del que han carecido las iniciativas anteriores».