¿Es usted uno de los más de dos millones de ciudadanos que contribuyen a la transición energética de Europa?

Desde comunidades energéticas hasta ecoaldeas, las iniciativas ciudadanas para impulsar el cambio a las energías renovables son omnipresentes.

Europa quiere ofrecer servicios energéticos seguros, sostenibles y asequibles para todos. La industria, los Gobiernos y el mundo universitario y científico acaparan toda la atención en sus esfuerzos por lograr una transición energética sostenible en la Unión Europea.

Pero ¿y los ciudadanos de a pie? En toda Europa, están aunando fuerzas a través de iniciativas colectivas para desempeñar un papel fundamental en esta transición.Según un análisis publicado en «Scientific Reports», más de dos millones de ciudadanos de toda Europa han participado en miles de proyectos e iniciativas dotados con miles de millones de euros para la transición hacia las energías renovables.

En 2000 y 2021, un equipo de investigación de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Noruega Occidental recopiló datos de 30 países europeos. Sus conclusiones subrayan la importancia y la aportación de la acción colectiva en la descarbonización de Europa: por las iniciativas (10 540), los proyectos (22 830), las personas participantes (2 010 600), la capacidad de las instalaciones de energía renovable establecidas (7,2-9,9 GW) y las inversiones realizadas (6 200-11 300 millones EUR).

En una nota de prensa de «EurekAlert!» se profundiza en estas cifras. En cuanto a participación, Alemania (391 500 personas) y Dinamarca (306 650 personas) encabezan la lista. Las instalaciones produjeron entre 8 500 y 11 700 kW por hora al año por cada participante en la iniciativa. Esta cantidad cubre aproximadamente las necesidades anuales de electricidad de un hogar europeo típico. La inversión fue el equivalente a unos 5 700 EUR por persona.

En la nota de prensa se explica que, hasta ahora, carecíamos de estas estadísticas: «El sistema energético europeo está experimentando una importante transición hacia las energías renovables y la descarbonización. Sin embargo, la contribución de las iniciativas lideradas por los ciudadanos, como las cooperativas energéticas, en este ámbito es una gran desconocida».Estas iniciativas están dirigidas por organizaciones, grupos formales e informales, o proyectos cuyo funcionamiento y autoridad no están relacionados con empresas privadas con ánimo de lucro ni con Gobiernos. No buscan el lucro, pero si lo obtienen, lo revierten en la comunidad o la sociedad.

Los ciudadanos pueden participar como fundadores, miembros, educadores, consultores, empresarios, creadores, técnicos, solucionadores de problemas y trabajadores. Juntos producen electricidad a partir de recursos renovables y calor generado a partir de energía solar, eólica e hidroeléctrica o biomasa (restos de materia vegetal o animal que puede utilizarse para fabricar combustible o energía).

Estos ciudadanos aumentan la concienciación, se informan sobre eficiencia energética, participan en los planes de sostenibilidad y organizan la movilidad con bajas emisiones de carbono. Impulsan la autosuficiencia energética, reducen los costes de la energía tanto para miembros como clientes, apoyan el desarrollo local y aumentan la aceptación pública de la transición energética. Particulares, miembros y agentes gubernamentales, entre otros, recaudan fondos.

Los tipos de iniciativas incluyen principalmente cooperativas energéticas, comunidades energéticas, de energías renovables y de energías sostenibles, cooperativas y asociaciones de vivienda, cooperativas de movilidad sostenible, agrupaciones energéticas, cooperativas históricas de electrificación rural y ecoaldeas.

El documento recoge diversos ejemplos de iniciativas y proyectos. Por ejemplo, una cooperativa de mil miembros fundada por trece ciudadanos de Heppenheim (Alemania) posee y explota siete proyectos eólicos y treinta y un proyectos solares fotovoltaicos.

«Nuestras estimaciones agregadas no sugieren que la acción colectiva vaya a sustituir a las empresas comerciales ni a las medidas gubernamentales a corto o medio plazo sin modificaciones fundamentales de las estructuras políticas y de mercado —escriben los autores en la revista—. Sin embargo, disponemos de pruebas sólidas de la importancia histórica, emergente y real de la acción colectiva liderada por los ciudadanos para la transición energética europea. La acción colectiva en la transición energética está llevando a cabo experimentos con éxito de nuevos modelos de negocio en el sector energético. La continua descentralización de los sistemas energéticos y unas políticas de descarbonización más estrictas aumentarán la importancia de estos agentes en el futuro».


publicado: 2023-03-11
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