El perro salvaje africano es uno de los mamíferos en mayor peligro de extinción del mundo. Se estima que quedan unos 6 600 ejemplares en libertad, según el Foro Mundial para la Conservación de la Naturaleza. Las poblaciones más grandes se concentran en el sur de África y en la parte meridional de África oriental. Cuando esta población de depredadores, que antiguamente habitaba las llanuras de pastos del Parque Nacional del Serengueti en Tanzania, se redujo y finalmente desapareció en 1991, los científicos analizaron los motivos de esta pérdida.
Un controvertido estudio conocido como la hipótesis de Burrows sugería que la causa de esta desaparición de manadas había sido una enfermedad vírica provocada por el estrés causado por la inmovilización y manipulación de los collares de seguimiento. Desde entonces la comunidad investigadora ha estado dividida en torno a esta explicación pero recientemente un grupo de científicos ha ofrecido una nueva perspectiva. El equipo ha publicado sus hallazgos en la revista
«Ecology and Evolution» con el apoyo parcial del proyecto financiado con fondos europeos AfricanBioServices.
Según los científicos: «Tras su desaparición de las llanuras del Serengueti, la población de perros salvajes sobrevivió en la zona de caza controlada de Loliondo (LGCA, por sus siglas en inglés) y la zona de conservación de Ngorongoro (NCA, por sus siglas en inglés). Los habitantes de la LGCA y la NCA vieron perros salvajes de forma habitual durante decenios, tanto antes como después de su desaparición de las llanuras del Serengueti. Al utilizar un método multifacético y datos de la misma población de perros salvajes, en la que dicha enfermedad sigue extendida, no encontramos ninguna prueba que justificara la hipótesis de Burrows».
En un
artículo de la revista en línea «Gemini» el autor principal el doctor Craig Jackson declara: «Aunque gran parte de la bibliografía científica hacía referencia a la desaparición de los perros salvajes del Parque Nacional del Serengueti como una “extinción” de la población esta nunca llegó a extinguirse en el resto de la región. De hecho la población de perros salvajes sobrevivió en la zona oriental del gran ecosistema Serengueti-Mara».
Competencia y supervivencia
A pesar de que el perro salvaje («Lycaon pictus») es un depredador, también puede ser vulnerable a la competencia de leones y hienas. En el mismo artículo, se señala que estos rivales podrían matar o intimidar a los perros salvajes, además de robarles el alimento y las presas, un fenómeno conocido como cleptoparasitismo. «El alto riesgo que suponen los leones provoca que los perros salvajes los eviten en todo momento. Durante el período de declive del perro salvaje en el Serengueti, la población de hienas manchadas aumentó un 150 % (de 2 200 a 5 500) y se registraron aumentos igualmente grandes en la población de leones», se destaca en el artículo. Esto se produjo «al mismo tiempo que las consiguientes disminuciones de la supervivencia de las crías de perros salvajes y la longevidad de los adultos». Los investigadores concluyen: «Nuestra propuesta es que la desaparición de las llanuras del Serengueti fue, en cambio, una mera contracción de la población provocada por el aumento de las densidades de sus competidores, junto con una epidemia que asestó el golpe final a los ejemplares restantes y que tuvo poco que ver con la mortalidad inducida por los investigadores».
El proyecto AfricanBioServices (Linking biodiversity ecosystem functions and services in the Great Serengeti-Mara Ecosystem (GSME) - drivers of change causalities and sustainable management strategies) que está en curso hasta finales de agosto de 2019 se puso en marcha para analizar el impacto del aumento de población el cambio del uso del suelo y el cambio climático en la biodiversidad y el bienestar de las personas. «El objetivo final de AfricanBioServices es recopilar todos los datos actuales y futuros en una base de datos centralizada que sea fácil de utilizar y a la que la comunidad científica los conservacionistas y el público en general puedan acceder en el futuro» según se indica en
CORDIS.
Para más información, consulte:
Sitio web del proyecto AfricanBioServices