Soluciones inteligentes para los edificios energéticamente eficientes del futuro

El cambio climático está provocando que Europa transforme su sector energético. En los próximos decenios, según pasemos de una economía basada en los combustibles fósiles a otra sin emisiones de carbono, utilizaremos cada vez más energías renovables y la electricidad que generaremos no provendrá de una central eléctrica. En su lugar, la obtendremos de múltiples fuentes de energías renovables descentralizadas que se encuentren cerca de la demanda de carga. Pero, ¿la red existente es capaz de absorber este incremento de capacidad? Y, ¿cómo funcionarán las redes eléctricas del futuro?

Para responder a estas preguntas, el proyecto financiado con fondos europeos inteGRIDy ha puesto en marcha diez sistemas piloto en ocho países europeos. El proyecto, que comenzó en 2017, se centra en responder a la demanda de electricidad mediante la mejora del funcionamiento de la red de distribución, el almacenamiento de energía y la integración inteligente de los vehículos eléctricos.

Construcción de edificios inteligentes en la Isla de Wight

Los resultados de una de las actividades piloto llevadas a cabo en la Isla de Wight, una isla situada cerca de la costa meridional de Inglaterra, ofrecen más información sobre el consumo energético y su impacto sobre el medio ambiente. El objetivo era comprobar si una reducción de la demanda y del consumo de energía afectaría a las cargas de los edificios industriales y comerciales de la isla. Para ello, se escogió como edificio piloto el Heights Leisure Centre.

Este centro de ocio ya contaba con un sistema de gestión del edificio, pero que no suministraba la información detallada necesaria sobre el funcionamiento de los equipos y el consumo energético en los espacios del centro. Para mejorar el sistema, los socios del proyecto desarrollaron una plataforma flexible en la nube que arrojó luz sobre el rendimiento y el consumo energético del edificio. La plataforma permitió a los usuarios acceder a los datos del centro para detectar un posible desperdicio de energía e identificar modos de mejorar el edificio. En total, los ingenieros recibían cada día 18 000 nuevas lecturas que analizar procedentes de sesenta puntos de datos.

Según comenta el ingeniero energético Mark Byvelds, del socio del proyecto Siemens, en una noticia publicada en el sitio web de «Island Echo»: «El resultado podría ser una mayor transparencia en el funcionamiento del centro gracias a los servicios de análisis de datos en segundo plano con el fin de identificar opciones para reducir los costes de explotación, mejorar la eficacia energética y aumentar la comodidad para los visitantes del centro. Este proyecto demuestra cómo un edificio convencional puede volverse inteligente y que los edificios actuales se pueden conectar fácilmente si se dispone de los conocimientos técnicos adecuados».

Soluciones de red más inteligentes en Salónica

Otra de las actividades piloto, en este caso en Salónica (Grecia), se está centrando en integrar mejor las nuevas tecnologías energéticas y en una colaboración más inteligente entre ellas y la red eléctrica existente. Para ello, se instalaron sistemas de almacenamiento de energía en baterías en ciertos edificios residenciales y comerciales de la ciudad para estudiar la instalación y el funcionamiento óptimos tanto para los consumidores como para los proveedores de servicios públicos. En un estudio publicado en el sitio web de inteGRIDy se recoge información específica sobre los sistemas de almacenamiento.

El proyecto inteGRIDy (integrated Smart GRID Cross-Functional Solutions for Optimized Synergetic Energy Distribution, Utilization Storage Technologies) concluirá en diciembre de 2020. Hasta entonces, seguirá esforzándose por optimizar el funcionamiento de las redes eléctricas, fomentar la coordinación de los recursos energéticos distribuidos y facilitar el establecimiento de sistemas de almacenamiento colaborativos para energías renovables.

Para más información, consulte:
Sitio web del proyecto inteGRIDy