Un equipo de investigadores trabaja en el desarrollo de una tecnología capaz de detectar las emisiones de automóviles en movimiento sin entorpecer el flujo de tráfico.
La contaminación sigue siendo peligrosamente alta en muchas zonas del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, nueve de cada diez personas respiran aire con grandes concentraciones de contaminantes, como materia en partículas y dióxido de nitrógeno. El transporte por carretera es una fuente importante de contaminación atmosférica que provoca muertes prematuras y enfermedades.
En un informe publicado por la Agencia Europea del Medio Ambiente, se indica que el transporte por carretera es el mayor generador de emisiones totales de dióxido de nitrógeno en la Unión Europea, donde se producen 400 000 muertes prematuras anuales debido a la contaminación atmosférica. Por tanto, resulta fundamental controlar las emisiones de los vehículos. Gracias al proyecto financiado con fondos europeos CARES, se están creando instrumentos detectores de emisiones a distancia.
Una noticia publicada en el sitio web de la Universidad Tecnológica de Graz, entidad asociada al proyecto, informa de que el equipo científico «trabaja en métodos de medición de escapes sin contacto que permitirán a los ayuntamientos adoptar medidas reductoras de emisiones».
En declaraciones recogidas en la noticia, Alexander Bergman, director del Instituto de Sistemas Sensores Electrónicos de la Universidad de Graz afirma lo siguiente: «Queremos vigilar las emisiones de vehículos en las ciudades y zonas medioambientales en condiciones reales sin interrumpir el tráfico normal». A lo que añade: «El objetivo es detectar el tipo de escape de cada vehículo mediante estas mediciones».
Se están considerando distintas opciones en relación a los datos obtenidos, como por ejemplo, la introducción de un peaje urbano basado en las emisiones que sería más elevado para los vehículos que más emitieran. «Se podría vigilar de manera automática la entrada de vehículos en zonas protegidas y que las barreras solo se levantaran si las emisiones contaminantes del coche que se aproxima están en el rango permitido». También se podrían emplear los sensores para detectar vehículos con motores trucados, ya que estos producen más emisiones.
Tal y como se explica en la misma noticia, la tecnología desarrollada por los investigadores incluye un sensor que incorpora un diapasón diminuto. «Las partículas entre situadas entre cada rama del diapasón se excitan con pulsos de láser para que produzcan una señal acústica». Estas señales se graban y se vuelven a reproducir con el diapasón. «Cuantas más partículas hay, más alto suena el diapasón, y así, se puede determinar cuántas partículas hay en el entorno».
El método, ya empleado en mediciones de gas, «podría dar lugar a un sensor de bajo coste», según Bergmann, que espera que la tecnología esté lista para su producción en cadena para el final del proyecto CARES. Los socios confían en poder instalar los sensores al lado de las carreteras, en los guardarraíles o en señales de tráfico en las ciudades asociadas a CARES como Milán, Praga y Cracovia. El proyecto CARES (City Air Remote Emission Sensing) seguirá activo hasta 2022. Su propósito es aumentar la capacidad de medir las emisiones de vehículos. Sus socios se proponen acelerar la gestión de datos de instrumentos de detección remota de emisiones tanto existentes como en desarrollo en CARES para generar análisis en tiempo real.
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