Una especie similar a una medusa recurre a ingerir su propia descendencia para proliferar en nuevos hábitats y hacer frente a la escasez de alimentos, según una nueva investigación.
Para la mayoría de la gente, las medusas no son más que un estorbo. Sin embargo, en los últimos años, han tenido lugar movimientos masivos de especies invasoras que han perturbado drásticamente ecosistemas enteros y han causado daños económicos y cambios medioambientales. Por lo tanto, es crucial comprender cómo colonizan o incluso dominan nuevos hábitats para predecir mejor el impacto económico y ecológico futuro de las especies prolíficas.
Con el apoyo parcial de los proyectos GoJelly y OCEAN-CERTAIN, financiados con fondos europeos, un equipo de investigadores ha llevado a cabo observaciones de campo con una elevada presencia tanto de presas como de depredadores, que abarcan los períodos previo y posterior a la fase reproductiva del ctenóforo invasor «Mnemiopsis leidyi A. Agassiz» en el suroeste del mar Báltico. El equipo ha demostrado que esta prolífica especie marina invasora presenta diversos rasgos oportunistas y puede ampliar su alcance geográfico a fin de satisfacer sus necesidades nutricionales. Para ello, utiliza su propia descendencia.
Los investigadores han publicado sus conclusiones en la revista «Communications Biology». «Basándonos en pruebas tanto de campo como de laboratorio, demostramos que los ctenóforos adultos que habitan en el oeste del mar Báltico, después de agotar las presas disponibles, siguen incrementando sus reservas de nutrientes a base de canibalizar a sus propias larvas». Además, añaden: «Sostenemos que, al dar lugar a proliferaciones masivas a finales del verano, la población puede vaciar eficientemente el campo de presas, anteponerse a los competidores intragremiales y hacer uso de la reproducción para acumular reservas de nutrientes de cara a los períodos críticos con escasez de presas». Los ctenóforos, invertebrados marinos del filo «Ctenophora», tienen un aspecto amorfo y un cuerpo gelatinoso y transparente, similar al de las medusas. Sin embargo, son radicalmente distintos de las medusas, de las cuales ni tan siquiera son parientes cercanos, como se explica en el sitio web del Instituto Smithsoniano.En una cita publicada en una noticia de la Universidad del Sur de Dinamarca, coordinadora del proyecto GoJelly, Jamileh Javidpour, autor principal del estudio, declara lo siguiente: «Dado que la existencia de los ctenóforos se remonta a los inicios de la mayoría de la vida animal tal como la conocemos, durante el período cámbrico, hace 525 millones de años, cabe la posibilidad de que se trate de una característica básica y común en todo el reino animal». Como se señala en dicha noticia, son necesarias más investigaciones para comprender el papel del canibalismo en un contexto comparativo «entre los primeros miembros del reino animal y los orígenes evolutivos del canibalismo, así como las razones por las que es especialmente prominente en ecosistemas acuáticos».
En el artículo de la revista «Communications Biology», los investigadores concluyen lo siguiente: «Dada la creciente perturbación de los ambientes marinos y la propagación de especies exóticas, nuestro hallazgo es importante con vistas a diseñar estrategias de conservación más eficaces».
GoJelly aspira a convertir el problema de la proliferación de medusas en una solución para hacer frente a la contaminación por microplásticos. Con este fin, el proyecto GoJelly (GoJelly - A gelatinous solution to plastic pollution) usa mucosa de medusa para desarrollar un biofiltro. Además, se centra en utilizar medusas como alimento para peces en la acuicultura y como fertilizante agrario. También analiza el uso de su colágeno en productos cosméticos. El proyecto OCEAN-CERTAIN (Ocean Food-web Patrol – Climate Effects: Reducing Targeted Uncertainties with an Interactive Network) finalizó en octubre de 2017. En él se exploró si el cambio climático y las modificaciones de las actividades humanas que implican recursos marinos podían perturbar el flujo y la deposición de carbono en el proceso de absorción y eliminación de carbono orgánico en el océano, un proceso natural de captura del carbono presente en la atmósfera.
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