Una iniciativa de la Unión Europea alienta la participación y la colaboración activa de todos los miembros de la sociedad para crear una economía circular del agua.
El concepto de economía circular (EC) promueve la durabilidad y las capacidades de reparación y reciclaje, a diferencia de la economía lineal tradicional basada en el modelo de tomar-fabricar-consumir-eliminar, el cual implica el agotamiento de los recursos. Por tanto, la EC puede ayudar a reducir el uso de recursos, disminuir la producción de desechos y limitar el consumo de energía.
Al igual que sucede con el uso de las materias primas, el sector hídrico adopta un modelo lineal con un enfoque de «tomar-usar-desechar», como se señala en un libro blanco. En este tipo de sistema, se «retira» agua de los arroyos, ríos, lagos, embalses, océanos y acuíferos de aguas subterráneas, además de recogerse directamente en forma de agua de lluvia. A continuación, se utiliza en la agricultura, la industria, la sociedad y el medio ambiente y luego se «devuelve» a la cuenca hidrográfica directamente o a través de una planta de tratamiento. Sin embargo, durante este proceso se pierde, contamina y desperdicia agua, por lo que en los últimos años se han intensificado los esfuerzos para aumentar la eficiencia y optimizar la reutilización. Entre ellos, se halla el proyecto NextGen, financiado con fondos europeos, que se centra en demostrar soluciones innovadoras de EC para el agua en diez casos, tanto en Europa como fuera de sus fronteras.
Un equipo de investigadores que cuenta con el apoyo del proyecto ha puesto de manifiesto las oportunidades y los retos que comportan las soluciones de EC para el sector del agua en un estudio publicado en la revista «WIREs Water». Según los autores, para que la transición a una EC tenga éxito es esencial «la participación activa de todos los miembros de la sociedad y un alto nivel de colaboración», como se señala en el estudio. «Al permitir que diversas partes interesadas participen y compartan diferentes perspectivas, intereses y necesidades y, en última instancia, coproduzcan conocimientos, las comunidades de práctica (CdP) se consideran una opción adecuada para tratar las tecnologías hídricas de la EC en su contexto institucional».
Según se cita en una noticia, Jos Frijns, coautor del estudio y coordinador del proyecto NextGen del Instituto de Investigación del Agua KWR, subraya que las CdP «deben organizarse y gestionarse bien» para que no terminen siendo «reuniones que consumen mucho tiempo y no proporcionan ningún aprendizaje social».Las CdP se definen como grupos de personas que comparten un campo de interés y que profundizan sus conocimientos y técnicas en dicho ámbito a base de interactuar de forma continua a través de procesos de aprendizaje social. En el artículo de la revista «WIREs Water», los investigadores proponen «un marco de evaluación de las CdP con vistas a lograr un consenso sobre los métodos utilizados para evaluar la coproducción de conocimientos sobre el agua y los procesos de aprendizaje social en la transición hacia la EC». Además, añaden: «Las CdP en NextGen abarcan cuatro temas clave: preparación del terreno, cierre del círculo, puesta en práctica y ampliación-evaluación. El marco de evaluación propuesto se seguirá utilizando en NextGen para probar y mejorar su fiabilidad entre los profesionales del sector del agua».
Los casos de demostración del proyecto NextGen (Towards a next generation of water systems and services for the circular economy) en curso abarcan varios países: Alemania, España, Grecia, los Países Bajos, Rumania, Suecia, Suiza y el Reino Unido. Las diez CdP de demostración «agrupan a representantes del sector hídrico (operadores), autoridades (legisladores), empresas de ingeniería, consultores, institutos de investigación, representantes de organizaciones no gubernamentales y posibles usuarios finales», como se afirma en el mismo artículo de la revista. El proyecto seguirá en marcha hasta junio de 2022.
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