En un taller respaldado por la Unión Europea se destacaron cuatro principios para definir la eliminación de CO2 atmosférico, con el objetivo de sustentar políticas que conduzcan a una reducción real de las emisiones.
La eliminación de dióxido de carbono (EDC) —o emisiones negativas— es un proceso con el que se retira CO2 de la atmósfera, lo cual podría servir para limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Definir claramente la eliminación de emisiones negativas ayudará a los responsables políticos a distinguir entre las tecnologías y prácticas de eliminación de carbono correctas y las incorrectas. Como parte del esfuerzo por evitar políticas de EDC que pudieran socavar las medidas para atenuar el cambio climático, Bellona Europa y Carbon Market Watch organizaron recientemente un taller virtual titulado «On the Way to Climate Neutrality: Defining Real and Credible Carbon Removals». En el taller, organizado en el marco del proyecto NEGEM, financiado con fondos europeos, se pusieron de relieve cuatro principios propuestos para definir la EDC y sus aplicaciones prácticas.
Como se afirma en una noticia publicada por Bellona Europa, socio del proyecto, los principios primero y segundo establecen que el CO2 debe «eliminarse físicamente de la atmósfera» y almacenarse «de un modo destinado a ser permanente». El tercer principio hace referencia a la inclusión de los gases de efecto invernadero de todas las etapas industriales en el balance de emisiones, mientras que el cuarto establece que la cantidad de CO2 almacenada permanentemente debe ser superior a la emitida. Los cuatro principios se adaptaron de un artículo publicado en la revista «Energy & Environmental Science».
«Estos principios son una forma realmente sencilla de comenzar a filtrar proyectos para evaluar si tienen potencial para eliminar carbono o no», comentó Keith Whiriskey, subdirector de Bellona Europa, en su discurso de bienvenida. Terhi Lehtonen, secretaria de estado de Medio Ambiente de Finlandia, hizo hincapié en los riesgos de equivocarse en la política de EDC y señaló que «podría echar por tierra la lucha contra el clima, al desviar fondos hacia extracciones falsas y restar inevitablemente recursos a la reducción de emisiones, o socavar la confianza de la población en la política climática».La primera mesa redonda del taller se centró en el primer principio y en ella se discutieron los métodos utilizados actualmente para eliminar CO2 de la atmósfera y sus problemas respectivos. Los debates abarcaron la tecnología que filtra el aire ambiental para capturar el CO2 y la función que desempeña en los planes de gestión del clima y de los residuos de Oslo una planta de conversión de residuos en energía. Lorie Hamelin, representante de INSA Toulouse, socio del proyecto, destacó la importancia de tener en cuenta la futura repercusión de la EDC para tomar las decisiones de inversión correctas a día de hoy. «Es esencial establecer una buena línea base. También debemos asegurarnos de no interferir en la demanda general de tierras del mercado y de seguir suministrando los mismos bienes y servicios con la misma tierra que cuando empezamos», observó.
Centrándose en el segundo principio, el segundo panel debatió el almacenamiento permanente de CO2 en formaciones geológicas y sumideros terrestres. Según la misma noticia, Graeme Sweeney, presidente de Zero Emissions Platform, «recomendaba no limitar la conversación sobre el almacenamiento permanente a la captura y el almacenamiento de carbono, y afirmaba que los suelos y los bosques también desempeñarían un papel esencial». Kelsey Perlman, activista climático de la ONG Fern, argumentó que la permanencia es imposible cuando se trata de sumideros terrestres y criticó la idea de ofrecer créditos para eliminaciones basadas en la tierra.
La tercera mesa redonda se centró en los principios tercero y cuarto e incluyó los planes de la Comisión Europea de crear un mecanismo de certificación de la eliminación de carbono, la importancia de las emisiones evitadas y la necesidad de verificar las eliminaciones. Wijnand Stoefs de Carbon Market Watch, socio del proyecto, concluyó el taller NEGEM (Quantifying and Deploying Responsible Negative Emissions in Climate Resilient Pathways) destacando la importancia de contar con principios «verificables y bien entendidos» que puedan dar lugar a la inclusión de la EDC en las políticas europeas.
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