Los mandarinos están en buena compañía herbácea

La agricultura sostenible que es buena para el bolsillo: unos investigadores demuestran por qué es buena idea introducir cultivos herbáceos entre los mandarinos.

Un estudio reciente respaldado por el proyecto financiado con fondos europeos Diverfarming ha reafirmado los beneficios de la diversificación de cultivos como una manera de hacer que las actividades agrícolas sean sostenibles, a la vez que se protege el medio ambiente. El empeño de Europa para aumentar los rendimientos de las cosechas con un menor coste en los últimos decenios ha propiciado unos sistemas agrícolas de monocultivos intensos que se centran año tras año en el cultivo de una única especie vegetal en el mismo terreno. El monocultivo, al depender en gran medida de productos agroquímicos como los plaguicidas y de fuentes de energía externas como los combustibles fósiles, ha provocado la contaminación del agua, el agotamiento de nutrientes en el suelo, unas elevadas emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad.Como alternativa al monocultivo intensivo, la diversificación de cultivos —y, en particular, el cultivo intercalado que consiste en cultivar al menos dos especies vegetales distintas al mismo tiempo en el mismo terreno— se dice que presenta muchas ventajas. En concreto, se sabe que las prácticas de cultivo intercalado que combinan cultivos arbóreos con cultivos herbáceos que cubren los callejones entre los árboles que de otro modo estarían desnudos promueven la salud del suelo, reducen las plagas, las malezas y las enfermedades, contribuyen a la biodiversidad y reducen las emisiones. Y estos son tan solo algunos de los beneficios. Con todo, estas prácticas todavía se adoptan poco en la región mediterránea.

¿Por qué tanta reticencia dados los beneficios evidentes? Bien, existe la idea errónea de que los cultivos intercalados —las especies herbáceas que se cultivan entre los árboles— podrían afectar de forma negativa a la producción de los árboles, porque compiten con ellos por el agua y los nutrientes. Con el objetivo de ayudar a disipar este malentendido, los investigadores de Diverfarming observaron las prácticas de cultivo intercalado aplicadas en un huerto de mandarinos tradicional del sudeste de España durante tres años para determinar su impacto en el medio ambiente y en los beneficios de los agricultores.

La prueba se realizó en una explotación de cítricos de venta directa de 2,3 ha en la región de Murcia, en un huerto frutal con 970 mandarinos. El equipo de investigación comparó la huella ambiental y el rendimiento económico de monocultivos tradicionales mediterráneos de mandarino con callejones desnudos con los de dos sistemas diferentes de cultivo intercalado. El primero era de mandarino con una rotación de cultivo intercalado de haba cultivada de septiembre a diciembre-febrero y una mezcla de cebada y veza de enero-febrero a junio cada año. El segundo sistema era de mandarino con haba cultivada de septiembre de 2018 a enero de 2019, verdolaga de mayo a julio de 2019 y frijol de junio a septiembre de 2020.

Los resultados referentes a la huella ambiental mostraron que, a pesar de que incluir estos cultivos intercalados aumentó la superficie cultivada, esto no supuso ningún efecto perjudicial adicional, como agotamiento de los recursos, acidificación, eutroficación o contribución al calentamiento global. El análisis económico sí indicó que el cultivo intercalado puede generar unos mayores costes de producción, principalmente relacionados con una mayor demanda de mano de obra. «Sin embargo —según el estudio—, la elección adecuada de las prácticas de cultivo intercalado puede aportar ventajas económicas. De hecho, nuestros resultados mostraron que el cultivo de mandarino con verdolaga y haba como cultivos intercalados podría ser rentable y reducir el riesgo para el agricultor derivado de la volatilidad de los precios de la cosecha. Por consiguiente, teniendo en cuenta todos los potenciales beneficios económicos y medioambientales de las prácticas de cultivo intercalado publicados, se recomiendan los sistemas diversificados estudiados para avanzar hacia unos sistemas agrícolas más sostenibles, y, aun así, rentables».

El estudio fue realizado por los investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena (España), entidad coordinadora del proyecto Diverfarming (Crop diversification and low-input farming across Europe: from practitioners engagement and ecosystems services to increased revenues and chain organisation). Los resultados se publicaron en la revista «Agriculture».

Para más información, consulte:

Sitio web del proyecto Diverfarming


publicado: 2022-09-22
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