¿Las temperaturas han subido o bajado demasiado? Según los científicos, esto podría aumentar sus posibilidades de contraer una cardiopatía o sufrir un ictus.
Un estudio llevado a cabo como parte del proyecto EXHAUSTION, financiado con fondos europeos, encontró una asociación perjudicial entre las temperaturas extremas y la salud cardíaca, y llamó la atención sobre otra consecuencia del cambio climático. La investigación ha relacionado el tiempo frío con un exceso de mortalidad (la diferencia entre las muertes esperadas y las observadas) por cardiopatías y el tiempo caluroso con un exceso de mortalidad por cardiopatías e ictus en pacientes con cardiopatías. Los resultados de la investigación se presentaron en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (SEC) celebrado en agosto de 2022.
Según señaló el autor del estudio, el catedrático Stefan Agewall de la Universidad de Oslo (Noruega), entidad socia del proyecto EXHAUSTION, en una nota de prensa publicada en el sitio web de la SEC: «El cambio climático está provocando un aumento de la temperatura media mundial, pero también un frío extremo en algunas regiones. Durante el verano de 2003 se produjeron más de setenta mil muertes en toda Europa debido a las intensas olas de calor. El frío también es responsable del exceso de muertes e ingresos hospitalarios. Estudios anteriores sobre los efectos cardiovasculares del calor y el frío utilizaron sobre todo datos agregados, como las muertes diarias en una ciudad. En el proyecto EXHAUSTION se emplearon datos individuales, lo que nos permitió identificar subgrupos vulnerables para medidas de protección, lo que aumenta la resiliencia para futuros fenómenos meteorológicos».
En el análisis se utilizaron datos de cinco estudios de cohorte llevados a cabo en Alemania, Italia, Noruega, Suecia y el Reino Unido entre 1994 y 2010. Incluyó cerca de 2,3 millones de adultos con y sin enfermedad cardiovascular al inicio del estudio, cuya edad media en los estudios osciló entre 49,7 a 71,7 años; las mujeres representaron entre un 36 y un 54,5 % de la población estudiada.Los investigadores descubrieron que el tiempo frío aumentó el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en general y de cardiopatía isquémica en particular. Además, se vinculó a un mayor riesgo de cardiopatía isquémica de reciente diagnóstico. Los descensos de temperatura de 10 °C, de 5 °C a -5 °C, incrementaron un 19 % el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y un 22 % por cardiopatía isquémica. Con un descenso de temperatura de 11 °C, de 2 °C a -9 °C, el riesgo de cardiopatía isquémica de reciente diagnóstico aumentó un 4 %.
«Las relaciones entre las temperaturas frías y las muertes fueron más pronunciadas en los hombres y en las personas que vivían en barrios con un nivel socioeconómico bajo —apuntó Agewall—. Los vínculos entre el frío y la cardiopatía isquémica de nueva aparición fueron más fuertes entre las mujeres y las personas mayores de sesenta y cinco años».Los investigadores no encontraron relación entre el calor y los efectos adversos en la población general del estudio. Sin embargo, en las personas con cardiopatía al inicio del estudio, los aumentos de temperatura de 15 °C a 24 °C se asociaron con un 25 y un 30 % de aumento del riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular e ictus, respectivamente.
Según Agewall, el análisis del proyecto EXHAUSTION (Exposure to heat and air pollution in EUrope – cardiopulmonary impacts and benefits of mitigation and adaptation) podría ayudar a los facultativos a «ofrecer consejos adaptados a las personas con mayor riesgo de sufrir resultados adversos para la salud durante los días de calor y frío». Y concluye: «Los pacientes con cardiopatías deben mantenerse hidratados cuando hace calor y seguir los consejos de su cardiólogo sobre el uso de la medicación. Todos podemos consultar las noticias sobre alertas de calor y frío extremos y seguir los consejos de seguridad de las autoridades locales».
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