Un estudio financiado con fondos europeos examina la mortalidad en dos zonas rurales del Reino Unido durante episodios de temperaturas extremas a lo largo de un período de treinta y ocho años.
En los últimos años, las olas de calor, una de las consecuencias del calentamiento global, han provocado muchas más muertes en Europa que cualquier otro fenómeno meteorológico extremo. Según su intensidad y su duración, suponen un riesgo sanitario prolongado no solo en las ciudades, sino también en el campo. Sin embargo, los estudios sobre el número de muertes provocadas por las altas temperaturas se han centrado sobre todo en las zonas urbanas y se ha prestado menos atención a las regiones más rurales.
Con el objetivo de llenar esta laguna en la investigación, un nuevo estudio llevado a cabo en el marco del proyecto OPERANDUM, financiado con fondos europeos, se ha centrado en dos zonas rurales del Reino Unido: el sudeste de Inglaterra y Aberdeenshire (Escocia). El estudio descubrió que las olas de calor están haciendo enfermar de gravedad a más personas en el campo en Gran Bretaña hoy en día que en la década de 1980. Los resultados de la investigación se publicaron en la revista «Sustainable Cities and Society».
«Las olas de calor son cada vez más mortíferas, incluso en Gran Bretaña», señala Prashant Kumar, coautor y catedrático en la Universidad de Surrey, socia del proyecto OPERANDUM, en una nota de prensa publicada en «EurekAlert!». «Ya sabíamos que la isla de calor urbana exacerba el problema en las ciudades, pero ahora también tenemos pruebas de que las personas que viven en zonas menos edificadas también se ven amenazadas». En su estudio, los investigadores ponen de manifiesto la necesidad de elaborar estrategias de mitigación del calor que tomen en cuenta las zonas rurales y sus poblaciones vulnerables.
El equipo de investigación estudió la tasa de mortalidad y las temperaturas máximas diarias en el sudeste de Inglaterra y en Aberdeenshire a lo largo de un período de 38 años, desde 1981 hasta 2018. Se eligieron estas dos ubicaciones por ser representativas de las zonas semiurbanas y menos edificadas típicas del Reino Unido —con diferencias en materia de geografía y demografía— que se ven afectadas por las olas de calor.El estudio descubrió que los habitantes del sudeste de Inglaterra tienen, hoy en día, un 7 % más de posibilidades de morir prematuramente en condiciones de temperatura extrema, es decir cuando las temperaturas aumentan 6 °C, de 26,5 °C a 32,3 °C. En Aberdeenshire, el riesgo de muerte prematura aumenta un 4 % cuando las temperaturas pasan de 24,5 °C a 26,7 °C.
«El problema del aumento de las temperaturas es mayor en el sudeste de Inglaterra, aunque es probable que solo sea cuestión de tiempo antes de que las zonas del norte se vean afectadas por el mismo fenómeno», explica el catedrático Kumar. «Se deben realizar más esfuerzos para prepararse ante el calor, y los dirigentes del Gobierno, ya sea nacional, local o descentralizado, deben poner al día sus planes de acción contra el calor y determinar cómo proteger a las personas vulnerables durante las olas de calor».
El objetivo del proyecto OPERANDUM (OPEn-air laboRAtories for Nature baseD solUtions to Manage hydro-meteo risks) es permitir el codiseño, el codesarrollo, los análisis y la demostración de soluciones basadas en la naturaleza que reduzcan los riesgos hidrometeorológicos en Europa, así como fomentar la explotación comercial de dichas soluciones. El proyecto, de 4,5 años de duración, se puso en marcha en julio de 2018 y reúne a socios de los sectores comercial, universitario y de la investigación de todo el mundo.
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