En un nuevo estudio se analiza cómo los mecanismos de autorrefuerzo denominados bloqueos cognitivos impiden el cambio, lo cual reduce la posibilidad de que los agricultores adopten la diversificación de cultivos.
Las prácticas agrícolas actuales son una de las causas principales del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la erosión del suelo y la contaminación. Hoy en día, se reconoce ampliamente que los agricultores deben cambiar sus prácticas para abordar estos problemas. Sin embargo, a pesar de estar de acuerdo con la necesidad de tomar medidas y la forma en qué se deben llevar a cabo, el cambio es demasiado lento. En un nuevo estudio efectuado con el apoyo del proyecto Diverfarming, financiado con fondos europeos, se analiza una de las razones.
«Las transiciones hacia sistemas agrícolas más sostenibles se caracterizan a menudo por “bloqueos”, entendidos como mecanismos de autorrefuerzo que reproducen el “statu quo” e impiden el cambio», señalan los autores del estudio. Hasta la fecha, los investigadores han estudiado los bloqueos socioeconómicos, tecnológicos e institucionales para profundizar en los procesos de transición sostenible hacia sistemas agroalimentarios, pero no se ha prestado mucha atención al papel de los bloqueos cognitivos. En el estudio, publicado en la revista «Sustainability Science», se investiga los bloqueos cognitivos que generan los entornos institucionales en la toma de decisiones de los agricultores con respecto a la adopción de prácticas agrícolas sostenibles.
En su investigación, los científicos utilizaron la diversificación de las rotaciones de cultivos con legumbres como un ejemplo de estrategia para mejorar la salud del suelo, aumentar la biodiversidad y reducir emisiones y contaminantes. El trabajo de campo se llevó a cabo en dos comunidades agrícolas —Cornualles, en el Reino Unido, y Gelderland, en los Países Bajos— que tienen bajas tasas de adopción de legumbres a pesar del apoyo público a su favor.A partir de los datos obtenidos en entrevistas exhaustivas con agricultores y de datos complementarios procedentes de estadísticas oficiales, informes gubernamentales y publicaciones científicas, el equipo analizó los bloqueos cognitivos que crean los entornos institucionales a la hora de tomar decisiones para adoptar prácticas sostenibles. Se descubrió que los entornos sociotécnicos específicos de los agricultores les hacían centrarse principalmente en objetivos económicos, es decir, en maximizar los beneficios. Sin embargo, estos procedimientos dirigidos a la obtención de beneficios parecen impedir las oportunidades de transición. En el estudio se afirma lo siguiente: «A pesar de que los objetivos normativos —relacionados con la protección medioambiental— y los objetivos hedonistas —aquellos relativos a disfrutar de la experimentación— fomentan las transiciones, ambos se ven superados por los objetivos establecidos en el marco de ganancias, el cual parece estar integrado y potenciado por las condiciones institucionales actuales».
Paradójicamente, centrarse en el beneficio económico y en el hecho de que los agricultores asocian la rotación de cultivos basada en legumbres con los objetivos normativos (es decir, hacer aquello que se considera apropiado) podría evitar que los agricultores identificasen las potenciales ventajas de las prácticas de diversificación de cultivos. Esto es así, a pesar de que son conscientes de los beneficios que ofrece la rotación de cultivos con legumbres.
En consecuencia, los bloqueos cognitivos son un grave obstáculo para que se consideren viables las prácticas agrícolas alternativas. Aunque sea rentable, es probable que el riesgo de adoptar legumbres y cultivos similares atraiga solamente a los agricultores más emprendedores, lo cual no es suficiente para acelerar la adopción necesaria a gran escala.
Por lo tanto, es poco probable que surtan efecto los esfuerzos centrados únicamente en marcos normativos para fomentar la adopción de las legumbres, como por ejemplo resaltar los beneficios medioambientales de esta medida sin aplicar más cambios. Además, si se conceden subvenciones, «puede ser necesario que vayan acompañadas de marcos normativos, inversiones en investigación sobre el desarrollo de semillas, instrumentos financieros para atenuar los riesgos y la creación de mercados en los que las legumbres europeas menos subvencionadas puedan competir realmente», concluyen los autores. El proyecto Diverfarming (Crop diversification and low-input farming across Europe: from practitioners engagement and ecosystems services to increased revenues and chain organisation) aspira a fomentar el crecimiento sostenible mediante la adopción de la diversificación, las prácticas sostenibles y el uso eficiente de los recursos en toda la Unión Europea.
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