Un nuevo estudio sugiere que el ruido del tráfico en las escuelas tiene un efecto negativo en el desarrollo de la memoria de trabajo y la atención del alumnado de primaria.
El ruido del tráfico rodado es la fuente de ruido más común en las ciudades europeas hoy en día y muchos niños están expuestos a él en la escuela. Sin embargo, ¿cuál es su efecto sobre su desarrollo cognitivo? En un nuevo estudio respaldado por los proyectos BREATHE y AIR-NB, financiados con fondos europeos, se ha investigado esta cuestión en términos de dos capacidades esenciales para el aprendizaje: la atención y la memoria de trabajo. Los hallazgos de la investigación se han publicado en la revista «PLOS Medicine».Según el estudio, los niños expuestos al ruido del tráfico en la escuela muestran signos de un desarrollo más lento de la atención y la memoria de trabajo que los que asisten a escuelas más tranquilas. La atención incluye procesos como dirigir la conciencia a estímulos específicos, centrarse en una tarea durante un período de tiempo prolongado y regular y controlar las acciones. La memoria de trabajo nos permite mantener y manipular información durante períodos cortos de tiempo. Para procesar de forma continua y eficaz la información que contiene nuestra memoria de trabajo, utilizamos la memoria de trabajo compleja.
Para obtener estos resultados, el equipo de investigación estudió a un total de 2 680 niños de entre 7 y 10 años de 38 centros escolares de Barcelona (España). A lo largo de un año, los niños realizaron pruebas cognitivas cada tres meses para evaluar no sólo su atención y su memoria de trabajo, sino también cómo estas evolucionaban con el tiempo. Durante el mismo año, se realizaron mediciones de ruido delante de las escuelas participantes, en los patios de recreo y en el interior de las aulas.
Al final del período de doce meses, los resultados mostraron que la progresión de la memoria de trabajo, la memoria de trabajo compleja y la atención fue más lenta en los niños que asistían a escuelas con mayores niveles de ruido del tráfico. Tanto los niveles más elevados de ruido exterior como la mayor fluctuación de los niveles de ruido estaban relacionados con un peor rendimiento en todas las pruebas cognitivas. Además, esto también era aplicable a una mayor fluctuación del nivel de ruido dentro del aula. Con todo, los alumnos de las aulas con mayores niveles medios de ruido a lo largo del año obtuvieron peores resultados que los alumnos de las aulas más silenciosas solo en la prueba de atención y no en las pruebas de memoria de trabajo. La autora principal del estudio, la profesora de investigación adjunta Maria Foraster del Instituto de Salud Global de Barcelona, entidad anfitriona de los proyectos BREATHE y AIR-NB, comenta en una nota de prensa publicada en «ScienceDaily»: «Este resultado apunta a que los picos de ruido en el interior del aula podrían resultar más disruptivos para el neurodesarrollo que la media de los decibelios. Esto es importante, porque refuerza la hipótesis de que quizá influyan más las características del ruido que sus niveles medios, cuando actualmente las políticas sólo se basan en la media de decibelios».Los investigadores también midieron los niveles medios de ruido en el domicilio de cada alumno. Curiosamente, no encontraron ninguna relación entre el ruido en el lugar de residencia y el desarrollo cognitivo. «Esto podría deberse a que la exposición al ruido en la escuela es más perjudicial porque afecta a ventanas vulnerables de concentración y a procesos de aprendizaje. Por otra parte, mientras que en los centros escolares se efectuaron mediciones de ruido, en los domicilios se realizaron estimaciones a partir de un mapa de ruido que podría ser menos preciso y que únicamente reflejaba el ruido en el exterior, algo que también podría haber influido en los resultados», apunta Foraster.
El proyecto BREATHE (BRain dEvelopment and Air polluTion ultrafine particles in scHool childrEn) finalizó en 2016. AIR-NB (Pre-natal exposure to urban AIR pollution and pre- and post-Natal Brain development) finaliza en 2023.
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